¿Como se comprobo la teoria de Albert Einstein?
En 1905 nuestro Universo cambió. Un
funcionario de 26 años que trabajaba en la oficina de patentes de Suiza
transformó nuestra visión del espacio, el tiempo, la materia y la
energía.
Tenía un cajón secreto que, según le decía a sus amigos, era su Departamento de Física Teórica.
De ahí salieron, entre marzo y junio de ese año, cinco trabajos científicos que revolucionaron las leyes de la física.
Uno de ellos fue un método para determinar el tamaño de los átomos,
con el que finalmente le dieron su doctorado (era su tercer intento).
Los otros cuatro son los llamados “artículos del Annus Mirabilis (Año milagroso, en latín)”, que envió a la revista Annalen der Physik.
Explicaban el movimiento browniano, el efecto fotoeléctrico y
desarrollaba la equivalencia masa-energía y la relatividad especial.
Con el último hizo de la velocidad de la luz una constante universal y
derribó los absolutos newtonianos del espacio y del tiempo.
Una década más tarde, en la última de una serie de conferencias en la
Academia Prusiana de las Ciencias en las que describió la teoría de la
relatividad general, presentó la ecuación que reemplazaría a la ley de gravedad de Newton.
¡Ah! Estamos hablando de Albert Einstein.
Dos siglos de Newton
De ser aceptada por la comunidad científica, la teoría de Einstein iba a reemplazar la teoría de la gravedad de Newton.
Teoría de la Gravedad de Newton en pocas palabras
- · Los objetos se atraen
- · de acuerdo a su masa y la distancia entre sus centros
- · Si la distancia aumenta, la fuerza disminuye
- · Si la masa aumenta, la fuerza es más intensa
Desde 1687, esa ley de la gravitación universal había explicado todo -desde
movimiento de lo que estaba sobre la Tierra hasta el movimiento
celestial de los astros- y durante más de dos siglos había pasado
prácticamente todas las pruebas que le pusieron por delante.
En contraste, la nueva teoría tenía un problema que, aunque genial, era difícil de resolver.
Falta de experiencia
Einstein llegó a la teoría de la relatividad general razonando, deduciendo y experimentando hipotéticamente. Todo había sido un extraordinario producto de su mente, no tenía una base experimental física.
Pero para derrocar a una teoría dominante, la nueva debe poder hacer
una predicción que muestre la diferencia entre la idea anterior y la que
está siendo propuesta.
Y esa predicción tiene que ser puesta a prueba.
La teoría de la relatividad parecía imposible de probar.
Por suerte, lo que se necesitaba no era un milagro, sino un fenómeno natural.
Un eclipse total del Sol
La teoría de Einstein incluía una predicción teórica que podía ponerse a prueba durante un eclipse total del Sol.
A diferencia de la newtoniana, su hipótesis era que los rayos luminosos que pasaban cerca del Sol debían desviarse ligeramente debido al campo gravitatorio del cuerpo celeste.
Para Einstein, la equivalencia entre aceleración y gravedad se
extendía a los fenómenos electromagnéticos y la luz es una onda
electromagnética.
Para Newton, la luz no tenía masa.
La razón por la que se necesitaba un eclipse total era porque sólo
cuando la Luna pasa delante del Sol y bloquea su luz, el cielo se vuelve
tan oscuro como la noche y las estrellas se pueden ver durante el día.
Si Einstein estaba en lo cierto, cuando un observador en la Tierra
viera estas estrellas durante un eclipse, sus posiciones parecerían ser
desplazadas por un trecho progresivamente mayor cuanto más cerca éstas
estuvieran del Sol.
La tercera es la vencida
Después de que Einstein expusiera su teoría general de la Relatividad
en 1915, hubo un eclipse en 1916, pero la Primera Guerra Mundial
interfirió; la siguiente oportunidad fue en 1918, pero las nubes
frustraron ese intento.
El 29 de mayo de 1919, un astrónomo británico llamado Arthur Stanley Eddington,
que había viajado a la isla Príncipe en la costa oriental de África con
el objetivo de fotografiar la luz de las estrellas durante un eclipse y
ver si la teoría de Einstein era correcta, lo logró.
Las imágenes que Eddington captó durante casi 7 minutos fueron analizadas por Royal Society y la Royal Astronomical Society.
En noviembre de 1919 anunciaron que “no hay duda de que confirman la predicción de Einstein. Se ha obtenido un resultado muy definitivo de que la luz se desvía de acuerdo con la ley de gravitación de Einstein”.
Ese cambio en el sendero de la luz de las estrellas al pasar cerca del Sol descarriló la teoría de Newton.
Los resultados del eclipse de 1919 hicieron que Einstein y su teoría se volvieran mundialmente famosos,
a pesar de que muchos, incluidos algunos de los periodistas que
informaban sobre el trascendental evento, aún no entendieran muy bien la
teoría de la relatividad.
En los años siguientes, los datos y los análisis de lo obtenido
durante el eclipse de 1919 se pusieron en tela de juicio, pero estudios
de eclipses posteriores validaron una y otra vez la teoría de la
Relatividad General de Einstein.
Y la siguen validando, así que cuando tengas la suerte de poder
observar un eclipse total del Sol, fíjate si ves algún punto de luz
cerca de la corona que queda visible. Será una estrella, pero no olvides
que no está precisamente donde la ves.
Y recuerda que ese conocimiento cambió nuestra visión del Universo.
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